miércoles, 25 de mayo de 2011

Mystère.

La gramola escupe canciones italianas, el aire se carga de años sesenta y el ambiente de un optimismo borracho. Se echa de menos el sombrero que abandoné en la percha de la entrada, y es que ya no sé hacia donde ocultar las miradas.
Bailan mis sentimientos al compás de la música que emana ese cuerpo tuyo, sedente y cruzado en aquel taburete casi tan rojo y aterciopelado como tus ideales. Todo se vuelve armónico y voluptuoso y haces que la sangre hierva en mis venas. Y desde mi sillón verde, de pensamientos frívolos y decadentes, escucho el ingenio aflorar de tus labios, con el eco cálido, desafiante y seco de musa reprimida por el viento.
Los muebles se desintegran, las personas se vuelven sombras y el alcohol sangre de mascar. El humo se parece demasiado a tu perfume y he aparcado fuera mis angustias existenciales. Solo estamos, tú, yo, la música y ese misterio que sabe a Chicago y a violeta.


Y como desería mezclar tu ron y mi whisky en nuestros labios.

                                                 

lunes, 23 de mayo de 2011

15-M en 2086.

-¿Sabes? Hace setenta y cinco años se produjo en España una revolución pacífica.
-¿A sí, y que quería?
-Pues supongo que lo que todas las revoluciones, cambiar las cosas. Acamparon en la puerta del sol y en otras plazas españolas, se sentaron y exigieron que las cosas cambiaran.
-¿Pero eran de izquierdas o de derechas?
-Eran personas
-¿Y consiguieron lo que querían?
-Depende. ¿Podrás jubilarte alguna vez cuando seas viejo?
-No, el gobierno dice que no hay recursos.
-¿Has visto nevar alguna vez?
-No, los científicos dicen que hace demasiado calor por la contaminación.
-¿Tienes trabajo?
-No, las cosas ahora están muy mal.
-Antes también lo estaban.
-Pero ellos no consiguieron nada. ¿Por qué ibamos a conseguirlo nosotros?
-Supongo que a veces lo único que puedes hacer es ruido, agarrarte con fuerza a una esperanza, por muy débil que sea, y hacer que escuchen tu opinión.
-¿Quiénes?
-Los que gobiernan el mundo.
-A ellos no les escucharon
-Hay otras personas que piensan que aquello cambió una pequeña parte del mundo.
-¿Por qué?
-Porque por fin se dieron cuenta de que no puede existir una democracia real si lo que de verdad gobierna el mundo es el dinero.

 


viernes, 20 de mayo de 2011

Désir.

Quiero llamarlo amor, y que al hacerlo se estremezca cada parte de mi cuerpo. Quiero saber que al menos una mirada en el mundo me pertenece, y que yo le pertenezco a ella. Quiero mirar al mundo colocado de besos y de caricias. Quiero sacar a pasear mis sentimientos, y demostrar que incluso yo tengo derecho a ser feliz. Quiero que sea el recuerdo de su perfume lo que me quite el sueño. Quiero compartir la sangre, la carne y el espíritu. Quiero convertir la nostalgia en futuro. Quiero ser un río, no un lago estancado. Quiero emborracharme de felicidad y despertarme con resaca en el corazón. Quiero poseer su luz femenina y extravagante, y que ella ame las sombras que constituyen mi mundo. Quiero ser yo mismo con alguien, y quiero que me guste hacerlo.


Me bastaría con tenerla a mi lado, apoyada sobre mi hombro, alimentándome de su perfume y escuchando como la sangre se desliza por su venas. Quiero amar, o morir en el intento.

lunes, 16 de mayo de 2011

Mannequin.

Ahí estás, en la mesa. Impasible. Esperando que tu sombra proyecte la vida que no es capaz de insuflarte el espíritu. Esperando para convertirte en caballero, o en abogado de finanzas, o en algún presonaje de anime con la cabeza demasiado desproporcionada al resto del cuerpo.
Tus manos, tus pies, tu cabeza, tu torso, todo forma una armonía hedonista, estática y articulada. Un sin fín de opciones, de sueños, de vidas posibles en las que proyectar aquella sombra que te regala la luz nacarada del flexo. Carne de madera, sangre de metal, excedente de serrín en tus entrañas. Muñeco olvidado por el propio vacío.
Siempre has estado ahí, y sin embargo pocas veces he reparado en tu presencia. Me has visto ahogar mis penas en mil y una palabras, soñar allí en frente, en mi cama, con los más surrealistas disparates, y me has visto crecer, y llorar, y gritar, y reir... y sin embargo yo apenas había reparado en tu presencia.

Maniquí, te envidio. Siempre presente, con tu rostro neutro de modelo artístico, como si fueras a ser pintado por el mismísimo Goya. Pofesional y apático, sin que tu cuerpo sea capaz de definir el más mínimo rasgo de sentimiento, de debilidad. Y es que el amor, la soledad, el miedo y la tristeza son para los cobardes, y ójala fuera tú maniquí, para ser todo y nada al mismo tiempo, siempre y en todo lugar, por los siglos de los siglos, amén.
                                                       

miércoles, 4 de mayo de 2011

La médiocrité.

Cáscaras, superficies, nadas y más nadas. Gentes huecas, sin alma, sin libertad, sin independencia, sin pensamiento, sin palabra, sin obra y sin omisión. Marionetas, títeres, autómatas del destino, de la sociedad, del gobierno,  del espejo del baño, de la economía. Ecos del pasado, arrabales del presente y aire y más aire para el futuro.
Gentes de sueños alcanzables, muertos vivientes, vivos muertos. Sordos ante la injusticia, mudos para opinar y ciegos de egocentrismo y superficialidad envasada al vacío. Mediocridad. Condicionamiento. Ataduras.
Gente agarrada a la monotonía, gente que se refugia en esta insulsa realidad en la que vivimos, porque así la han educado y así han de permanecer. Porque para destacar aquí tienes que ser el más mediocre de los mediocres.


-¡Pero qué dices! Todo el mundo es especial.
-Esa es otra forma de decir que nadie lo es.