lunes, 11 de julio de 2011

Holocauste.

-¡Coge la maleta!-
-¿Qué?-
-Cógela, no hay tiempo. Mete lo que puedas y vamónos o se pondrán furiosos.-


¿Qué hago? Otra vez el mismo dilema. Ya no es abondonar mi casa, ahora es resumir toda mi vida en un maleta. Me pregunto cuando acabará esto, no puede durar mucho más, no hemos hecho daño a nadie...¿no?
Israel, concéntrate en la maleta, no te disperses. Debería centrarme ahora que todo se ha vuelto más complicado.
A ver, ropa... calzoncillos, pijama, chaqueta, camisa, camiseta...¿cabrán unos zapatos? No, no caben, tendré que cuidar bien los que llevo. A ver, la bufanda de la abuela... pobre abuela, si viera todo esto... la pobre ni siquiera pensaría que Yahvé nos ha abandonado. Supongo que a estas alturas todo el mundo lo piensa. ¡Mi cuaderno de dibujos! algún día la gente pagará millones por verlos... Tengo la foto del tío Moisés, y en esta otra salgo yo con Harry, qué buen perro... lo hecho de menos. Este baúl es demasiado grande, demasiados recuerdos...eh! obras completas de William Shackespeare, juro que algún día las leeré en inglés, la traducción alemana no es muy buena, pero algo es algo. ¿Qué más? ¡El tanque blindado! como me gustaba este juguete... ¡la pluma de pavo real! y esto es... ¡una carta de la tía Rebeca! Algún día iré con ella a América, cuando haya pasado todo este follón... la cuerda del violín del abuelo, mi cuaderno de cálculo, mi erizo de arcilla... Demasiados recuerdos. No caben todos.


-Entren en el tren. ¡rápido! apéense del equipaje y déjenlo en aquella esquina, no lo necesitarán allá donde van.

¿No lo necesitaremos?¿De qué está hablando? No irán a... no, somos demasiados Isaac, no van a hacernos nada, hay mujeres, y viejos, y niños...no suponemos ningún peligro ¿no? Yo necesito mi equipaje, no pienso desprenderme de él...


-¡Mamá, ayúdame a subir!-
-Deja ahí la maleta niño.
-¡No! La necesito.
-¡Suéltala y entra en el tren!
-¿A dónde nos llevan?...¡ mi maleta! ¡démela, por favor! ¡mi tanque, mis dibujos, mi bufanda....!


Se la han llevado, se han llevado toda mi vida en esa maleta. Mamá llora. Todas las mujeres lloran, todos los hombres las abrazan, todos los niños están asustados. ¿A dónde nos llevan? Qué calor hace en este tren... ¡y cuanta gente! Esto apesta. ¡Mis pobres dibujos! tendré que pintarlos otra vez, pero...¿cómo? si también se han llevado las pinturas que me regaló papá...
El tren se mueve.


-¡Mirad! ¡En la estación! ¡Están quemando nuestras maletas! ¡Las están quemando!

¿Qué? ¿Están quemando nuestro equipaje? ¡es cierto! ¿por qué? ¡mi vida, mis dibujos, mi pluma de pavo real...! Todo arde ahora... ¿por qué?




La palabra «Holocausto» proviene de la traducción griega de la Biblia hebrea  en la que el término holokaustos (ὁλόκαυστον: de ὁλον, ‘completamente’, y καυστον, ‘quemado’) traduce el hebreo olah, que hace referencia a una ofrenda completamente consumida por el fuego


2 comentarios:

  1. Eres bueno, te sigo.
    te dejo mi blog para que te pases. un saludo
    http://cuandolaluztermina.blogspot.com/

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  2. escalofriante, crudo, como la propia realidad

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