sábado, 23 de octubre de 2010

Catarsis.

Me gustaría posar una venda en tus ojos, en esas tristes esmeraldas empañadas de lágrimas, cogerte fuerte de la mano y llevarte lejos, mucho... donde no existen ni los recuerdos ni el futuro. Escapar, juntos.
Me gustaría protegerte de este cruel sucedáneo de la vida, despejar tus dudas y amontonar tus miedos, tus problemas y tus lagrimas en un frasquito que prometeríamos no abrir jamás.
Me gustaría alterar el mundo, o mejor, crearlo desde cero. Un mundo solo para tí, nuestra propia utopía plagada de ideas y químeras que flotarían en el aire como pompas de jabón.
Me gustaría dibujar alas en tu espalda, alas de sangre y de luz de luna, que cobrarían forma cuando libre atravesaras el horizonte, mecida suavemente por el viento.
Me gustaría entrar en tus sueños y decírte que este loco nunca olvida, mientras espanto tus pesadillas con pétalos de arena.
Me gustaría hacerte incorpórea, étera, inmortal. Me gustaría que no desaparecieras nunca.



Me gustaría tener aquella revancha prometida de ajedrez.

martes, 19 de octubre de 2010

Élémentaire.


Viento, libre y étereo,
de elocuente palpitar.
Arranca el árbol marchito,
cubre de polvo el altar.

Tierra, hogar de los muertos,
del lirio, la rosa y el pan.
Luchan en fiera batalla,
la ensenada contra el mar.

Agua, fuente de vida,
del salitre y la nevada.
La tormenta trae la lluvia,
la lluvia apaga la llama.

Fuego, ardiente pasión,
de cera, sol y brasas.
Febo quema el incienso
 y aromatiza el alba.

Pero el amor y el odio,
que hacen la vida cara,
No son más que la unión
del todo con la nada.

jueves, 14 de octubre de 2010

Mangle.

La confusión es tan grande que apenas puedo expresarla con palabras, quizá por ello utilice este portal, este camino hacia las respuestas que necesito, este papel en blanco, puro, suave, virgen…
De la misma manera que el tocar las alas de las mariposas desencadena su muerte, mi pluma sabotea el papel tiñéndolo de sangre, recuerdos y alquitrán que rompen  su pureza y lo convierten en algo carente de significado, pues si de algo estoy seguro, es que son las cosas sencillas, hermosas… los únicos elementos del mundo que lo contienen.
La belleza cuenta con más significado que la razón, no se necesita explicar porque algo es bello, explicarlo sería quebrantarlo, romper con la sencillez de la percepción de los sentidos. Ese afán de explicarlo todo es lo que hace al mundo complicado,  Lo que sabotea la belleza al darla un significado que ya tiene pero… ¿por qué? Me inclino a pensar en el miedo del ser humano, quizá su sentimiento más fuerte por ser aquel que siempre condicionará su vida, como aquel elemento que nos mueve a investigar, definir el mundo, complicar lo que ya conocemos y huir de lo que ignoramos.
Pero definir es limitar, y ahí está la clave, pues el ser humano necesita limites, encerrarse, convertirse en la oveja que conoce todo lo que abarca su cercado y que contempla con indiferencia lo que hay al otro lado de la valla.




jueves, 7 de octubre de 2010

Tradition.

Tauromaquia: Dícese de garrulismo exacerbado que intenta demostrar valentía y patriotismo al acabar con la vida de un animal atrapado en un ruedo.
Para muchos representa a España, en mi opinión solo a la primitiva. La tozudez e inseguridad del pais se vierten en una celebración obscena y nauseabunda en la que un individuo vestido de payaso, agujerea el corazón de un animal para regocijo de los espectadores.
La estupidez cobra forma cuando estos individuos califican la fiesta como "cultura". No solo deberían enseñarles a estos señores un poco de etimología latina, sino que tambien deberían explicarles que la cultura crea y no destruye. Llamarlo cultura es un insulto a la propia inteligencia.
Pero en fín, todo ello tiene un transfondo bastante interesante en el que se deja ver a la España incapaz de modernizarse, incapaz de superar el fanquismo, incapaz de dejar atrás cualquier elemento de su pasado y que mira recelosa y, perdonen la expresión, claramente acojonada, al futuro.
Son mentes conservadoras, principalmente por miedo. Lo desconocido da miedo  y el futuro es desconocido. Conclusión: el futuro da miedo.
 Retrogada forma de pensar para el siglo XXI.


martes, 5 de octubre de 2010

Rapide.

Llega un momento en la vida de un hombre en el que este debe admitir que ha cometido un error, se ha salido del camino atravesando un sendero que no conducía más que a un estrambótico desastre.
Admito mi error y soy consciente de lo que hice... pero no me arrepiento. Se debe encajar los problemas y aceptar que forman parte de uno.
Arrepentirse es fracasar y fracasar es darse por vencido. Darse por vencido es renunciar a tus sueños y eso es imposible: Ellos son más fuertes que tú.
Un sueño es un objetivo que cumplir, una razón por la que seguir luchando contra el viento, la sal y la marea de la vida. La clave está en apoyarse en ellos para seguir adelante y en utilizar tus errores como combustible.
Pero recuerda que en ese momento, solo podemos usar aquellos errores que hemos aceptado, aquellos que Wilde resumía con la palabra experiencia.


sábado, 2 de octubre de 2010

Scepticisme.


No creo en el altruismo ni en la sociedad.
Dejé hace mucho de imaginar un mundo regentado por un dios, si es que algún día lo hice.
Reacio a creer en el orden y en el desorden, en la politica y en la autocracia, la utopía se convirtió en una quimera.
Nada está escrito, el destino no existe y el tiempo es relativo. La luz es oscura y la noche serena.
No creo en el cuerpo ni en el alma, sería como creer en orugas y mariposas. Como creer en la vida y en la muerte.
Los barcos zarpan y a las palabras se las lleva el viento, en un oceáno de sangre que apesta a salitre y a gritos de gaviotas.
Tampoco creo en el pretérito imperfecto, ni en el perfecto si es tu nombre el que recibe la acción del verbo.

viernes, 1 de octubre de 2010

Des yeux et trains.

La vida real es aun más aterradora que los cuentos.
Hecho de menos vivir en los cuentos.
El esfuerzo no basta, tienes que aprender bien a caer para poder levantarte y nadie te asegura que ese sea el último golpe.
Alguien me dijo que fracasara mejor y que fracasara otra vez, esas palabras retumban aun en mi oídos pero suenan terriblemente secas, vacías... bonitas, pero inútiles. Estoy cansado de fracasar y estoy cansado de esperar un tren que nunca va a volver. Un tren de carriles oníricos y mecanismos de piedra que quizá algún día me llevó lejos, mucho.
El tren descarriló y continué andando por aquel desierto de estrellas y sangre por el que viajaba. Cualquiera se hubiese arrepentido de coger aquel tren pero yo no, había sido un viaje maravilloso..
En medio de aquella noche sin luna, solo las estrellas me observaban aristocráticas y presumidas, como dicen los cuentos que son las estrellas. Intenté volver al tren, repararlo y dejar de caminar solo. En mi camino aparecieron los dos ojos más grandes del mundo. Centelleaban sobre el cielo y los confundí con la luna. Voy a seguir a esos ojos dado que el tren nunca volverá a funcionar, quizá porque no me aseguré de traer combustible en mi viaje. Voy a seguir esos ojos pero si vuelvo a caer no lo llamaré fracaso.
Me voy con aquellos ojos porque me devuelven al mundo de los cuentos olvidados, ya los idealicé una vez o quizá solo lo hice en un sueño que no recuerdo. Cuando el tren vuelva a funcionar espero que llegue lejos, cargado de espejos sin reflejo y velas cuyo fuego nunca se apaga. No estaré allí para verlo.
Quizá deba rendirme pero no puedo hacerlo quizá por mi positivismo. Pero el positivismo está basado en el terror y el terror en la pérdida de lo que es más importante para tí.
No tengo nada que perder, solo aquello que nunca tuve.

Vento