viernes, 15 de abril de 2011

République.

14 de abril de 1931-14 de abril de 2011.
Ochenta años hubiera cumplido  de no haber sido asesinada. Nada es perfecto, y ella tuvo fallos como cualquier otra. Pero venía a renovar España, a levantarla de aquél agujero negro en el que, al final, terminó por hundirse.
Trajo suspiros de libertad que se desvanecieron en el aire. Trajo ideas flotantes ahora amontonadas en las cunetas. Besó a la verdadera democracia, esa de la que hablaban los griegos. Murió peleando y solo desapareció agarrada al alma del último de los fusilados por su causa.
La barbaridad de la guerra se ensañó con ambas partes, pero era una guerra que jamás debió ser declarada, porque fue la república la elegida por el pueblo, y no aquella sublebación militar con olor a fascismo.


Y ahora está muerta. Y su resurrección jamás llegará en este país de garrafón, de ignorancia, de chiste de mal gusto. Cuando aquel que llamais rey haya muerto, cuando ya no os queden excusas como las del 23-f, será entonces cuando deba proclamarse la tercera república, para que no llegue a ser jefe de estado alguien por el mero hecho de ser hijo de su padre. No.
¡Viva la república!

                                                                 

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