jueves, 13 de octubre de 2011

Justice.

Qué lejos quedó ya aquello de Gandhi del ojo por ojo y el mundo acabará ciego. Ciegas son las lombrices, las rocas y los árboles. Ciego es el sol y la luna, el aire y las estrellas. Ciega es la justicia y quizá por ello no vea lo que se hace en su nombre.
Jamás recordó haber visto y es que jamás pudo apreciar  el fragor del océano o el color amarillo, pues sus cuencas vacías reposaban inertes bajo esa tela pura y etérea que siempre constituyó su mundo. Desde el principio sus ojos fueron arrancados en un ataque de ira, quién sabe si de los hombres o del tiempo, y su sangre salvaje se refugió entre los acantilados para acabar siendo finalmente devorada por alacranes y arpías.
Aunque no se lo crean los internautas frustrados ni los filósofos borrachos, ella una vez tuvo un sueño. Quiso erradicar el mal, instaurar la paz e igualar la balanza. Pero los hombres siempre fueron más de Leo que de Libra y su balanza acabó por inclinarse hasta la dejadez y el olvido, hacia unas vacaciones que se nos hacen ya demasiado largas.
¡Justicia! clamaron en la bastilla los parisinos ¡Justicia! gritó la madre de un asesinado. ¡Justicia! chillaron los cerdos en el matadero ¡Justicia! proclamó Bruto ante el senado.
Pero Justicia ya no solo era ciega, ahora también era sorda. Sus oídos se fueron derritiendo hasta quedar reducidos a polvo de estaño y el vídreo de sus tímpanos se quebró al ritmo de unas campanas que jamás doblaron por el fin del mundo.
 Ausente y arrinconada, Justicia lloró su Waterloo particular, y se dejó sumir en el más hondo de los olvidos, en la más espesa de las telarañas, en la más vergonzosa de las derrotas. Su balanza se hizo añicos, su espada se oxidó de pena y su ostentosa figura de diosa se volvió decrépita y putrefacta.


Ciega, sorda, muda y aislada. La olvidamos y ahora sobrevivimos ahorcando adolescentes negros y alimentando las arcas de banqueros y empresarios. El camello pasará diez años en la cárcel y el que mató a su esposa tres. Porque el mundo es así de divertido y de contradictorio, y porque no hay nadie que quiera revivir a Justicia a lo superhéroe enmascarado y llevar la contraria a Gandhi con aquello del ojo por ojo.

3 comentarios:

  1. =O impresionante me encanta tu prosa, tienes el don de dar con la apalabra adecuada en el momento adecuado
    Felicidades! =)

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  2. Muchas gracias, de verdad, tus comentarios son realmente alagadores. Eres muy amable y me alegro de que te gustelo que escribo.

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  3. Realmente todos los textos que escribes se pueden leer de dos maneras: leyendo poco a poco y disfrutando como el lenguaje se va construyendo y también ir desgranando poco a poco cada palabra dentro de una frase para encontrar sus significados y armarlos conjuntamente. Ambas lecturas son muy gratas a la vista.
    saludos

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