sábado, 12 de febrero de 2011

Finito.

Hoy he decidido sumergirme en ese charco de barro donde fluyen las ideas, donde agonizan los peces y se revuelca el escarabajo. Ojalá este loco. Ojalá sea tan raro como me tacha el mundo. Ojalá me enamore algún día de la soledad a la que, parece, estoy condenado.
Quiero perder la cabeza, quiero crear un mundo donde todo lo que pido se haga realidad porque soy egocentrico y caprichoso. Y me gusta serlo. Quiero mi mundo de aire de opio y tizas de colores, de ríos de sangre y luces de bohemia, de noches eternas y días estereotipados... y lo quiero ahora.
Me rindo, al final estaba más solo de lo que parecía. Todo es tan vacío que me dan ganas de vomitar.
Lagartos de ocre, besos de alquitrán, tiranía en el pais de los muertos, comida para peces muertos, burbujas de ácido sulfúrico, pseudoaniversarios en 14 de febreo, pseudoamistades, pseudorealidad, pseudofelicidad.


Siento que leas esto pues no es más que un  escumitajo de mi alma desgastada. Tomateló como mi despidida del mundo de los cuerdos.

                                    

1 comentario:

  1. ¿Te acuerdas de lo que dijimos una vez de algún día estaré más loco y entonces podrás decir que ya no puedo estar más loco, no ahora? Bueno, mira el lado bueno, te llevaré galletitas al psiquiátrico:)

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