lunes, 14 de febrero de 2011

Valentine.

Un año. Parece mentira sin ser ni siquiera real.
No puedo evitar preguntarme como habría sido el día de hoy de no haber roto las canciones francesas que hablaban de nosotros, de no haber ahogado esa locura que llamabamos amor, de no habernos separado hasta siempre y para siempre...
Me pregunto cuándo empezamos a escribir para crear belleza, en lugar de hacerlo para soltar estos sentimientos que nos oprimen el alma y algo de hígado. Hagámoslo pues.
Todo es diferente hoy. He cambiado. Has cambiado. Tanto que a veces me cuesta admitir que seamos las mismas personas de aquel momento mágico ante aquel testigo de dos mil años, de aquel primer beso tan torpe del que aún hoy me ruborizo... de aquellos ojos de gata  refulgiendo en la oscuridad de ese sopor tan escalofriante.


Y es que, como dicen las viejas canciones de los setenta, el amor verdadero es tan solo el primero. Que fué uno de los días más especiales de mi vida no es ningún secreto. Que aún sigo enamorado de tí tampoco lo es.
Hoy no es un día especial porque sea San Valentín princesa, sino porque es 14 de febrero y hoy hace un año que me enseñaste a respirar. Gracias.

                                    

1 comentario:

  1. Hola qué tal?
    A finales de enero dejaste un comentario en el blogg corriendo la vida,en un poemario.Yo soy el que escribe la parte poética de ese boletín literario.Me alegra mucho que te gustara.

    Te agrego a mi blogg personal!

    un saludo

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